martes, 29 de mayo de 2012

ECUADOR-PERÚ-BOLIVIA

*SEGUNDA PARTE: Huaraz, su tesoro.
Ruta seguida: Loja-Piura-Trujillo-Huaraz.    


A un lado, la cordillera blanca: inmensas montañas picudas cubiertas de nieve. Al otro lado, la cordillera negra: escarpadas montañas rocosas salpicadas de matas de hierba. En medio de ese paisaje, uno se siente que le falta el aliento, aunque tal vez sea por la dura subida hasta allí.
     Pero estas montañas no son únicamente admiradas por amantes de la naturaleza, pues en ellas se esconde un tesoro. Tras este, como ocurre siempre, se cruzan distintos intereses.
     "Uuuh, sí, sí... bajo esas montañas hay mucho, mucho oro... y plata, también hay plata". Techi, guía turística de Huaraz, habla de la existencia de la mina Pierina. Esta es explotada por la empresa canadiense Barrick,  quien en 2011 sacó 152.000 onzas de oro. Su concesión es, en principio, hasta 2018. "Sí, ellos sacan mucho oro. Abren la montaña, sin importarles dañar el paisaje, solo para llevarse el oro. Pero claro, como el gobierno lo permite...". La empresa suele traer a sus propios trabajadores, aunque es para las labores más duras cuando contrata a los nacionales. Así, cientos de peruanos de los pueblos aledaños, se dirigen cada día, mascando coca, hasta el interior de la montaña.
     Tomás, ingeniero de minas de Puno, tiene una opinión bastante distinta. "Sí, toda la cordillera de los andes está repleta de oro. Como nosotros no tenemos los recursos técnicos necesarios, son las empresas extranjeras quienes invierten en las explotaciones mineras." Para Tomás, estas explotaciones traen beneficios para el país, pues generan muchos puestos de trabajo.
     Lo que es innegable es que la fiebre del oro no se cura con el tiempo. Es inevitable remontarse 500 años atrás, cuando el oro explotado por manos andinas era enviado fuera del país a bolsillos extranjeros. Sea que no ha cambiado nada, sea que ahora sí aporte un beneficio para los países "del oro", lo que está claro es que como dice Eduardo Galeano en Las venas abiertas de Ámerica Latina, "su riqueza les hace pobres".

                                                                               Foto: Marta Sánchez Fernández.

viernes, 11 de mayo de 2012

ECUADOR-PERÚ-BOLIVIA.

PRIMERA PARTE: Ecuador.

Ruta: Quito-Esmeraldas-Otavalo-Avenida de los Volcanes (Cotopaxi, Latacunga, Tungurahua, Baños, Riobamba, Alausí)-Cuenca-Loja-Piura (ya en Perú).

Ha sido una semana de muchas horas a cuatro ruedas (autobus). Esta forma de viajar nos ha permitido descubrir la gran variedad de paisajes que Ecuador ofrece.
La costa de Esmeraldas, zona afroecuatoriana dedicada a la pesca, con frondosa vegetación (de ahí su nombre), gente abierta y acogedora, con una sabrosa gastronomía a base de coco y mariscos.
El interior del país, una línea volcánica que va de Norte a Sur, atravesando pequeños pueblos de campesinos indígenas con curiosos mercados de animales y vendedores ambulantes en los autobuses (desde plátano frito hasta colecciones infantiles de DVDs). Los Andes ecuatorianos guardan diferentes lenguas, entre ellas el castellanos y el quichua, y distinotos trajes tradicionales cada uno con sus colores característicos.
La selva, que no pudimos visitar, es el tercero de los paisajes ecuatorianos.
Por último, ciudades coloniales como Quito o Cuenca donde visitar antiguas iglesias, pasear por hermosas callejuelas de colores o formar parte de la vida diaria en sus plazas.
La mayoría de los turistas con los que nos topamos han sido ecuatorianos. Que un país potencie el turismo no sólo de fronteras para afuera sino cuidando también al nacional, se agradece. Los alojamientos, casas de comidas y demás comercios no tienen diferentes precios dependiendo de la nacioinalidad, tampoco diferente trato.
La amabilidad del ecuatoriano forma parte de su caracter, no es usada como fuente de ingreso sino que nace de la naturalidad.

*Dedicada a todos los ecuatorianos que nos alegraron el camino; a Teresa por su acogida, sus cereales y las Pielsener en la plaza; a Jasmin y su familia por hacernos sentir como en casa; y a "Yoryi" por enseñarnos a pescar almejas.